El cuerpo que habla (o por qué se volvió loco Wilhelm Reich)
Para reconocer los mensajes no verbales que nuestro cuerpo está comunicando sin que seamos conscientes de ellos, es esencial prestar atención a las señales que nuestro cuerpo emite. Estas señales tienen la posibilidad de integrar movimientos faciales, posición corporal, movimientos, tono y expresiones emocionales. La clave para reconocer estos mensajes no verbales inconscientes es la observación y la práctica de la conciencia plena. Al estar conscientes de nuestras sensaciones físicas y emocionales en diferentes ocasiones, podemos comenzar a detectar patrones y asociarlos con nuestras respuestas no verbales.
Origen psicológico, síntomas físicos reales en nuestro cuerpo
Una sección fundamental de aprender a conectar mente y cuerpo es aprender a oír los mensajes que nuestro cuerpo nos manda. Nuestro cuerpo tiene la aptitud de estar comunicado con nosotros a través de experiencias físicas, dolores, malestar o cambios en la energía. Estas señales pueden ser un indicativo de que algo no está en equilibrio y necesita nuestra atención. El hambre, la sed, la fatiga y otras necesidades básicas se expresan en forma de señales corporales.
Y aunque parezca patraña, todas y cada una estas personas distribuyen un grupo de valores, creencias y hábitos. La amistad esconde procesos considerablemente más complejos que esos que determinan la fácil atracción en una pareja. Hay una secuencia de leyes y de dinámicas psicológicas que nos interesará conocer y que aseguran que conectar es mágico. Nos referimos también a esa espléndida coyuntura que erige las amistades mucho más sólidas. Exactamente las mismas que no saben de tiempo ni distancia, pero sí de complicidades, de acuerdos y de esa armonía cariñosa donde hay una preocupación recíproca y un cariño sincero. Sin embargo, hay otra parte mucho más profunda, enigmática y impresionante que se prende casi como un árbol de navidad en el momento en que podemos encontrar a alguien con quien conectamos de forma más intensa. Este sitio está justo en ese espacio donde convergen el lóbulo temporal y el lóbulo parietal.

Otro indicio de una conexión sensible fuerte es la empatía y la entendimiento recíproca. Ambas personas se esmeran por comprender los sentimientos del otro y están prestas a apoyarse mutuamente en instantes de alegría y tristeza. Hay una conexión profunda y genuina que les deja ponerse en el sitio del otro y sugerir consuelo, aliento y entendimiento cuando más se necesita. Esta conexión sensible es esencial para el bienestar psicológico y el desarrollo de relaciones saludables y satisfactorias. Además de la empatía, la comunicación efectiva es clave para conectar con la cabeza de otra persona. Es importante escuchar activamente y prestar atención a las expresiones y expresiones no verbales del otro.
Preguntas frecuentes sobre conexión emocional con alguien
La escucha activa es un ingrediente clave para detectar una conexión emocional. La comunicación es clave en cualquier relación, pero en una conexión emocional, la comunicación es especialmente transparente y sincera. Puedes hablar abierta y honestamente sobre tus pensamientos, sentimientos y deseos sin miedo al juicio o la crítica. Además de esto, es esencial que sepas expresar tu aprecio y gratitud hacia tu pareja. Admitir y apreciar sus acciones y esfuerzos fortalece los nudos sentimentales. No olvides decir «te deseo» y mostrar aprecio físico, en tanto que estos gestos fortalecen el vínculo sensible y generan una sensación de seguridad y confort en la relación.
Compartir intereses y valores similares
Si te has dado cuenta, para poner en práctica todo lo anterior, conocerte bien a ti va a ser fundamental. Solo de este modo te podrás dejar guiar por la intuición y acercarte a esas personas que pueden compartir tus mismos valores e intereses. De ahí que, en vez de hablar solo de ti, charla también del otro y pregúntale sobre su trabajo, sus amistades, sus metas o cualquier tema que te permita entablar una conexión. Una persona que sonríe de forma genuina capta la atención de quien lo mira. Por esto, la sonrisa será tu mejor carta de presentación y de las mejores formas de conectar con los demás.
