Los procesos de atención médica11 y farmacéutica12 se establecieron sobre el modelo conceptual SPO (Structure, Process and Outcome) que considera la composición o elementos, las acciones llevadas a cabo en el proceso de atención sanitaria y los desenlaces, diferenciando los puntos económicos, sociales y clínicos. Para mantener los estándares de calidad y prosperar la práctica profesional es necesario disponer de métodos os pormenores ratificados y terminología propia que aseguren la atención sobre nutrición basada en la evidencia científica6-8. Diversas indagaciones han demostrado que la opinión sobre nutrición debe ser parte integral de la evaluación clínica de los pacientes con enfermedades crónicas y/o jubilados que necesitan un soporte sobre nutrición para reducir los riesgos de morbimortalidad secundaria a la desnutrición (2). En 2010, la Federación Europea de Asociaciones de Dietistas (EFAD, European Federation of the Associations of Dietitians) aconsejó "Estandarizar la práctica de la Dietética en toda Europa"9-10. Además muestran síntomas digestivos, los que afectan su aptitud nutricionista para engordar alimentarse y también hidratarse, por lo cual se muestra un peligro alto de padecer desnutrición.
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A esto debe añadirse el valor pronóstico que aguardamos tanto en la evolución de la enfermedad con el soporte nutricional conveniente, como la morbimortalidad asociada. Bei-Wen Wu et al., relata en su estudio que el IMC y los cambios de porcentaje de pérdida de peso, solo identificaron una pequeña parte de individuos en riesgo de desnutrición, por lo cual sugieren que el IMC no puede evaluar con precisión malnutrición en pacientes con cáncer11,12. La British Association for Parenteral and enteral Nutrition (BAPEN), recomienda que las mediciones usada para la desnutrición, deberían basarse en los cambios del índice de masa corporal (IMC) y en el porcentaje de pérdida de peso. Podsiadlo y Richardson lo modificaron y propusieron su uso como un test sencillo para valorar las habilidades básicas de movilidad en jubilados débiles que viven en la red social 55. La pérdida de peso en pacientes con cáncer avanzado es recurrente, se calcula que entre un 30% a 80% de los pacientes muestra una baja de peso. La escala se clasifica en 5 categorías donde 1 indica "función normal" y 5 señala "función seriamente anormal" 56. No hay consenso en los puntos de corte para pacientes malnutridos en relación con el déficit muscular y la sarcopenia, si bien ciertos autores indican un nivel de corte mayor de diez,85 segundos como predictor de sarcopenia 57. El test TUG denominado "test levántese y ande" se desarrolló originalmente como medida del equilibrio en ancianos. La gran virtud de este marco de trabajo es que deja investigar y efectuar cambios sobre cada uno de los tres componentes intentando encontrar su optimización, tal como obtener medidas objetivas de la calidad del servicio.
Endocrinología y Nutrición
La implantación de un programa de valoración sobre nutrición en el ámbito hospitalario facilita la detección precoz de pacientes con desnutrición o peligro y por consiguiente la instauración de medidas nutricionales para una mejor calidad de vida. En la actualidad se han publicado estudios y hay otros en desarrollo que permitirán optimizar las técnicas de medida, realizar opinión cruzada de los diferentes equipos disponibles, y entablar consensos que nos dejen validar y generalizar su empleo clínico. Hablamos de una prueba donde se mide el tiempo que tarda el sujeto en levantarse de la silla, caminar tres metros, girar sobre sí mismo, retroceder los tres metros y regresar a sentarse.
nutrición y dietética
Esta es imprescindible a la hora de impedir y lograr el más destacable estado nutricional posible, que será uno de los más importantes responsables de un proceso de envejecimiento con una adecuada calidad de vida desde la perspectiva de la salud, psicológico y popular. De hecho, en la gente mayores la nutrición cumple una función precautoria esencial. Los adultos mayores tienen diferentes pretensiones nutricionales que otros grupos de edad. Este producto mira los varios componentes cognitivos, sicológicos, sociales y económicos que tienen la posibilidad de perjudicar el estado sobre nutrición de la gente mayores y discute cómo las cuidadoras pueden intervenir para prevenir y abordar la desnutrición en estos pacientes. La desnutrición disminuye la calidad de vida, es un fuerte predictor de mortalidad en un corto plazo y se asocia con mayores costes de atención médica. La etiqueta de información sobre nutrición puede asistirle a controlar varios de los nutrientes en su dieta. No obstante, los cambios que se producen en el organismo con la edad exigen acrecentar la ingesta de ciertos nutrientes para mantener una alimentación equilibrada que cumpla con sus necesidades alimenticias, impuestas por las secuelas del deterioro asociado al envejecimiento. Se han creado herramientas para ayudar a las cuidadoras a evaluar el estado sobre nutrición de sus pacientes mayores.
Primero, una disminución en la ingesta de alimentosSegundo, los cambios en el peso
El uso de fármacos a largo plazo junto con los cambios digestibles y metabólicos que ocurren en la edad avanzada puede acrecentar el potencial de interacciones entre fármacos y nutrientes.